La costumbre que debemos dejar de hacer cuando comemos langostinos
- 17/04/2024
- Escrito por ConnectaHuelva
En España, es común aprovechar al máximo los mariscos, incluyendo los langostinos, de los cuales se consumen tanto la cola como las cabezas. Sin embargo, es importante tener cuidado con esta última parte, ya que contiene purinas que se descomponen en ácido úrico. Este compuesto, presente en muchos mariscos, puede elevar los niveles de ácido úrico en la sangre, asociándose con la formación de cálculos renales y dolorosos cólicos nefríticos por obstrucción en las vías urinarias.
Además, las cabezas de langostinos acumulan cadmio, un metal pesado tóxico que no tiene función nutricional y puede ser perjudicial. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el cadmio puede acumularse en los riñones y el hígado por períodos prolongados, provocando potencialmente la desmineralización ósea y disfunción renal. Estos riesgos llevan a los urólogos a desaconsejar chupar las cabezas de los langostinos.
A pesar de que los langostinos son una fuente saludable de proteínas, yodo, fósforo, selenio, calcio, y vitaminas B12 y B3, con bajo contenido de grasas, es crucial moderar su consumo, especialmente para aquellos con niveles altos de ácido úrico. Los urólogos aseguran que la moderación en el consumo de mariscos es, por lo tanto, altamente recomendada para evitar complicaciones de salud.